20 octubre 2024

ASTAROTH: ECOS DE UN LEGADO

 

    ASTAROTH, sin duda alguna, es una leyenda de la música independiente, es un antecedente, un cimiento de la escena metalera sonorense, una banda que nos demostró, desde finales de los ochenta, que la música subterránea y extrema también es arte, una digna forma de expresión con una propuesta estética válida y estructurada. Pero no se queda ahí, ASTAROTH también ha sido un ejemplo de lo que se debe hacer no solo en el escenario, sino también ha puesto sobre la mesa la importancia de grabar, de materializar tu propuesta y compartirla con el mundo.  ¿No hay un estudio accesible para ti? Crea tu propio estudio. ¿No hay sellos dispuestos a invertir en tu música? Edita tu material, hazlo tú mismo, pero hazlo, y sobre todo cree en tu propuesta, cree en tu trabajo.  

    Todas las bandas que son parte de este proyecto, el cual no es un tributo, sino un homenaje, un agradecimiento colectivo y multigeneracional, reconocemos la labor y la influencia de su trabajo en la escena sonorense, y aceptamos con orgullo ser el eco de un legado, de una dinastía, de décadas de ruido y distorsión hechos con amor y rabia: muchas y muchos en la escena, bandas, público, sellos, fanzines, somos lo que somos gracias a lo que ha sido y es ASTAROTH. Larga vida al demonio musical guaymense. 

 

Rizoma Records / Bestia Promotions

Motörworship Records / Constructivismo DIY Distro

 



BANDAS PARTICIPANTES: 

01. MILO KOLAPZO: Al pie de la cruz

02. OTRA VEZ: Directo a la muerte

03. FLORECIENDO ENTRE SOMBRAS: No basta mi tumba

04. STRESS: Niños en pena

05. BRIGADA II / VI / III: El eco del dolor

06. DISAKUERDO: Radioactividad

07. ORGON JIHAD: La presencia del invasor

08. NO FROYS: Crea tu libertad

09. BRAXTON HICKS: Imágenes ocultas

10. LIBERTAD DE EXPRESIÓN: Listos para el final

11. HYENNA: Violencia alterna

12. CAMARGO: Efectos de devastación

13. ETERNO RITUAL: Falsa solución

14. SINIESTRA MARÍA: El juicio final

15. MAT: Atmosfera en sombra

16. AGÓNICA: La oscuridad

17. NO MÁS NO: Caos en el poder

18. SMELL PUTREFACTION: Otro día violento

19. DORMANT NAGARATH: Inconciencia mortal

20. MORGORE: Un recuerdo infame

21. MOTÖRAISER: Energía nuclear

22. CRS: Bajo esa lápida


MATERIAL VERSIÓN CD DISPONIBLE ESTE 2024

PRONTO TODOS LOS DETALLES

MUCHÍSIMAS GRACIAS A TOD@S


Arte X SHEMO @manossuciastijuana

Concepto, diseño y adaptación: Jaime Bernal





29 mayo 2024

DISONANCIA DESÉRTICA NO. 4

Texto por Don Poyo Core

Fotografías: Redes sociales de NO FROYS

NO FROYS en Motorworship Records con el señor Lobo Flaco.

Fue en el verano de 1997, yo tenía menos de un año como gritante de STRESS, cuando se dio la oportunidad de tocar en Nogales, Sonora, en un evento al cual asistieron bandas, colectivos y sellos de la cultura punk (o afines) de Estados Unidos y de diferentes puntos de la República Mexicana. Fueron alrededor de dos a tres días de charlas, foros, mesas redondas y diferentes actividades, que culminaron con una larga jornada musical que sin problema podría ser catalogado como un festival. El evento tenía por nombre Colectividad Fronteriza, el cual se realizó varios años seguidos y fue organizado por colectivos de artistas, punks, anarquistas, grupos promigrantes y de derechos humanos de Nogales, Sonora y Arizona.

Tristemente ese evento terminó en una trifulca campal con tintes xenofóbicos hacia la gente del centro y del sur del país por parte de individuos, mayormente de Nogales y de Monterrey, pero esa es otra historia que por el momento quedará pendiente, aunque es importante señalar que las y los organizadores no fueron quienes mostraron esas actitudes, sino personas que asistieron como público a la tocada de clausura, pero como ya dije, esa es otra historia que en su momento compartiremos en Disonancia Desértica.

Grabando la batería.

En ese evento tuve la oportunidad de conocer mucho de lo que se hacía y pasaba en el país en cuanto a la escena anarco punk o la escena musical políticamente comprometida con ideales como el anarquismo, feminismo, prochoice, veganismo, vegetarianismo, la autogestión, el sindicalismo, entre otras. También escuché muchas bandas que me impactaron e incluso hice amistades y contactos que hasta el día de hoy conservo como lo son los NO FROYS (Guaymas), DISCORDIA (Tijuana) y FALLAS DEL SISTEMA (aunque en esa ocasión tocaron con su proyecto previo llamado MARE MAGNUM) y haciendo memoria -no del todo confiable- puedo recordar a otras bandas que tocaron en la clausura de la Colectividad Fronteriza, bandas como LA RESISTENCIA (Guadalajara) DESOBEDIENCIA CIVIL
(Distrito Federal), LA PERRA VIDA (Hermosillo), FORMER MEMBERS OF ALFONSÍN (Argentina-Estados Unidos), LA MERMA (Nogales) y claro, STRESS (Hermosillo).


El buen Hommie en acción.

La verdad es que fueron tantas bandas en esa larga y maratónica jornada que me fue imposible seguirles la huella a todas las agrupaciones. pero recuerdo que en una de esas ocasiones que salí de la bodega donde se realizaba el evento para tomar aire, vi a una morra repartiendo gratuitamente un fanzine de poesía. En esas fechas ya me consideraba un fanático de la cultura fanzinera, así como de la literatura, incluso había empezado una incipiente colección de publicaciones independientes, además de que había colaborado ya en un par de fanzines con artículos y textos bastante básicos, pero con mucha enjundia, tal como lo haría un morro que apenas había terminado la preparatoria y estaba por iniciar la carrera universitaria.

La morra en cuestión, al acercarme para pedirle un ejemplar, se presentó como Ana Laura Montañez y ya en la charla salió a tema que ella tocaba en una banda y que, aunque era de Nogales, vivía en Guaymas donde había formado su banda. La banda era (y sigue siendo) NO FROYS. Cuando me compartió sus fanzines continuamos charlando por un rato, luego me presentó a los integrantes de su banda y finalmente se despidieron, creo que para subirse al escenario.

Popeye en plena grabación y Don Poyo Core de imprudente.

Han pasado 27 años desde ese verano en Nogales y todavía tengo los fanzines con los poemas de Ana Laura, los cuales hoy son parte de una colección considerable de fanzines que cuido con mucho cariño y leo y releo de vez en cuando acompañado de una buena dosis de café o una cheve bien helada.

Poco tiempo después del evento en Nogales, ese mismo año, empecé a publicar mi propio fanzine llamado Existencia Zine (junto a varias amigas y amigos), el cual publiqué entre 1997 y el año 2002 y donde Ana Laura colaboraba con su poesía, ya que nos mantuvimos en contacto por medio del correo postal. Esta amistad y colaboración se mantuvo a tal grado que incluso Ana Laura y NO FROYS organizaron un par de tocadas de STRESS en Guaymas.

Hace  un mes me enteré de que los NO FROYS estarían en Hermosillo grabando en el estudio de Motorworship Rercords, para ser exactos, el 18 de mayo de este 2024, y sin pensarla mucho les caí para saludarlos y convivir recordando los viejos tiempos y de paso ponernos al día.

Si no los has escuchado, te puedo decir que los NO FROYS se consideran una banda ecléctica musicalmente hablando, aunque desde mi perspectiva el género que es el eje de su música es el punk melódico con toques de música alternativa, además, son una de las pocas bandas pilares de la escena guaymense que siguen activas y entre sus prioridades siempre ha estado el apoyar a las nuevas bandas, a las nuevas generaciones, por lo que han sido influencia de muchas agrupaciones en el puerto, pero no solo en la música, sino en la actitud, en la manera de trabajar, un ejemplo claro de la cultura del Hazlo Tú Mism@, de adaptación y supervivencia como banda independiente y subterránea.


Ana Laura y Don Poyo Core poniéndose al día.

El día que los visité en el estudio pude ser testigo de la grabación de una canción para un tributo a otra banda guaymense y también de la vieja escuela, llamada ASTAROTH. Así es, por si no estabas al tanto de esto, se está realizando un tributo a esta banda clásica metalera de Sonora y de lo cual daremos más información en la próxima entrega de esta columna, pero podemos adelantar que la idea es sacar el disco en físico y digital de dicho tributo este mismo 2024, proyecto que inició como una colaboración entre Rizoma Records, Bestia Promotions y Motorworship Records, con el total apoyo y aceptación de los integrantes de ASTAROTH. 

La rola que Ana y su banda seleccionaron para el tributo fue la de “Crea tu libertad”, una de mis canciones favoritas que siempre que la escucho me recuerda a una tocada de ASTAROTH en la Casa de la Cultura en Hermosillo a inicios de los años noventa. Cuando ASTAROTH tocó esa canción (canción que en ese entonces todavía no habían grabado) la dedicó a las víctimas del llamado Domingo Rojo, suceso en la que un “madrina” (como se les llamaba a los “policías” que no lo eran pero que acompañaban a los policías judiciales en su trabajo y eran armados por los mismos sin preparación ni entrenamiento, y que sin fundamentos legales eran tratados como policías “honorarios”) asesinó a varios ciudadanos al estar en un estado psicótico y con delirios de persecución como resultado del excesivo consumo de estupefacientes, o sea, estaba bien loco mi compa y empezó a tirar cuetazos a la raza a lo pendejo mientras manejaba su vehículo por la ciudad. El caso es que por criticar a las autoridades y empatizar con las víctimas, la policía municipal, quienes se encontraban afuera del lugar, amenazó con arrestar al vocal de ASTAROTH. Recuerdo que un amigo y yo fuimos a avisarle al vocal y le sugerimos que no saliera de la Casa de la Cultura hasta que se fueran los guardianes del orden y la ley. No sé si el vocalista de ASTAROTH recuerde eso o si nos tomó en serio. Recuerdo que nos agradeció, pero también recuerdo que lo noté entre sorprendido e incrédulo ante nuestra advertencia. Lo bueno es que al final la policía se fue sin arrestar a nadie, o cuando menos a ningún miembro de ASTAROTH. No olvidemos que en esos años la policía te levantaba por el simple echo de vestir de negro, traer cabello largo, usar playeras negras de bandas metaleras o por utilizar indumentaria con estética punk, así que no sonaba tan descabellada la posibilidad de ese arresto, pues además de vivir los prejuicios hacia la gente que iba a las tocadas, el vocal expresó una opinión crítica y política en contra de las autoridades.


Terminando la jornada y Don Poyo Core como testigo.

Pero bueno, como siempre terminé divagando, así que intentaré retomar el rumbo antes de despedirme: No puedo negar que mi reencuentro con Ana Laura abrió el baúl de las memorias nostálgicas irreverentes de este vato de 46 años que anda de metiche en las tocadas subterráneas desde los trece, catorce años, desde la secundaria, pues, lo cual es bueno, materia prima para esta columna… quiero creer. Por cierto, la versión de “Crea tu libertad” que grabó NO FROYS está bastante potente y jarcorosa con un toque de música extrema en la batería, y en la parte punkosa me recuerda un poco a ELEKTRODUENDES, en pocas palabras, está muy chingona. No coman ansias, ya viene el disco tributo a ASTAROTH.

Desde acá un abrazo a NO FROYS, a ASTAROTH y a toda la escena guaymense, siempre activa y con un chingo de talento aportando continuamente excelente música al ruido independiente sonorense. Nos vemos en la próxima entrega de Disonancia Desértica.

 

Don Poyo Core

Gritante de STRESS y de MUSYDEZ, amante y editor de fanzines, cinéfilo, integrante fundador de Rizoma Records y Rizoma Ediciones, ha publicado tres poemarios y un plaquet de microficción, fotógrafo e ilustrador autodidacta, docente de preparatoria por más de dos décadas y ha impartido talleres de cine, fotografía y creación literaria para niñas, niños y adolescentes.


11 abril 2024

DISONANCIA DESÉRTICA NO. 3

Texto por Don Poyo Core
Ilustraciones por Tinta Bizarra


Memoria divagante

Ha pasado demasiado tiempo desde la última publicación… no hay mucho qué hacer, en cuestión de tiempo libre, cuando te gana la vida de adulto y sus (al parecer) interminables responsabilidades. De cualquier manera, hemos retomado la columna. Eso es un hecho… y en caso de que sea esta la primera vez que nos lees, Disonancia Desértica es un espacio que busca rescatar la memoria de la escena sonorense y reflexionar sobre esta en la actualidad. A veces divagando, a veces no.

 


Allá en mis tiempos, dijo el chavorruco

Sábado por la mañana. Estoy sentado frente al monitor con una taza de café siempre a mi alcance, escuchando un vinilo de HEREJÍA, banda punk de Ciudad Neza (que inició su actividad en el 88), quienes, por cierto, tocaron en Hermosillo a inicios de los años noventa en “El Burbujas” (¿o fue en el 89?), desaparecido local de fiestas infantiles a un costado del asilo y a unos pasos de la Universidad de Sonora.

Al parecer, el café y el disco de HEREJÍA, funcionan como detonantes de la memoria tambaleante y como fuente de inspiración ante la pantalla en blanco. Digo, después de todo estoy escribiendo y recordando, recordando y escribiendo; pero debo admitir que algunos recuerdos pueden ser confusos, incluso caprichosos, y posiblemente meteré la pata en más de una ocasión en cuestiones de fechas…   en fin, una de las preguntas que casi siempre hago en las entrevistas cuando colaboro o edito fanzines, es si recuerdan cuál fue su primera tocada y qué edad tenían. En mi caso… recuerdo cuál fue la primera tocada a la que asistí, fue una de ASTAROTH y NECRUM en Empalme, Sonora, un diciembre… pero no recuerdo del todo en qué año fue ni qué edad tenía con exactitud… a veces al sacar cuentas asumo que fue en el 91, otras en el 92… ¿o fue en el 90? Tenía entre 13 y 14 años, pero eso sí, estoy seguro de que mi primer evento subterráneo y ruidoso al que asistí fue en Empalme, Sonora, un diciembre durante mi adolescencia, y que esas dos bandas tocaron esa noche.   

Antes de esa tocada, sí, de ASTAROTH y NECRUM, el que pudo haber sido mi primer evento subterráneo finalmente no cuajó. Este hubiera sido en “El Infierno”, que no era sino un baldío al costado de un canal en la colonia Las Fuentes en Hermosillo, eso sí, un baldío con legendarias y clandestinas presentaciones de bandas locales que se realizaban gracias a que un vecino “prestaba” el acceso a la electricidad (a cambio de unos pesos) y que terminaban en medio de una polvareda, ya fuera por el “slam” o por la repentina llegada de las nada honorables, intolerantes, violentas y fascistas autoridades con una obvia actitud cínica por saberse, entonces, intocables... bien, creo que estoy divagando de nuevo… suelo hacerlo cuando me zambullo en el baúl de los recuerdos de mi adolescencia noventera… entonces… estábamos en… en la que pudo haber sido mi primera tocada, pero que siempre no se armó. En esa ocasión me encontraba de visita por el fin de semana en casa de mi primo Álvaro (lo cual era muy común durante mi infancia y adolescencia), quien es un par de años mayor que yo y quien me inició en el rollo del metal y el punk… estábamos en una fiesta en el Sahuaro Final, pero no cualquier fiesta, era una peda de metaleros, de morros que ya asistían a las tocadas, de entre los 13 y los 18 años, y varios empezaron a comentar que habían escuchado el rumor de una posible tocada en “El Infierno”, así que quienes traían “baicas” se lanzaron a ver si este rumor era cierto (eran alrededor de cuatro morros entre los 14 y 16). En menos de una hora regresaron diciendo que el evento no era sino eso, un rumor. Fue triste porque todos se habían emocionado, ya que en aquel entonces (finales de los ochenta e inicios de los noventa) podían pasar semanas sin que se realizaran tocadas, esto ante la abierta persecución por parte de la policía y autoridades de los tres niveles, por lo que nadie se atrevía a rentarte un local a sabiendas que sería para “una tocada de rock” (solo un par de locales de fiestas infantiles se animaron en varias ocasiones, los cuales cobraban de más aprovechándose de la situación, y si llegaba la autoridad solo decían que habían rentado el espacio sin preguntar para qué tipo de fiesta sería) y a esto súmenle la satanización de los medios locales conservadores y… bueno.

Miren, para que se den una idea: en aquel tiempo si salías a la calle con playera negra, peor si era de una banda, y con cabello largo, sabías que, aunque no pasaba todos los días, la probabilidad de ser detenido por la policía era muy alta y esto solo por tu aspecto y manera de vestir ¿Hasta dónde llegaba el asunto? Eso dependía de la suerte y del humor del policía más cercano, pero eso sí, entre más la hacías de tos, peor te iba. Hubo raza a la que se llevaron a la comandancia y ahí les daban una “calentadita” y hasta los rapaban, sobre todo si eran punks con mohak o metaleros greñudos, e incluso se dieron casos donde hasta te sembraban droga. Todo esto en nombre de las buenas costumbres y la correcta moral de la familia mexicana.

La mayoría de los padres y madres de familia rezaban en esos años para que sus hijos e hijas no les salieran “rockeros” (sociedad sonorense de eterna doble -a veces triple- moral), porque eso implicaba un estigma relacionado con drogas y otros prejuicios. Lo peor es que aun si tu familia era alivianada y te dejaban ser, tu misma familia sabía que cada vez que salías a la calle te la jugabas con los polis, y sobre todo porque socialmente existía una leyenda negra sobre los greñudos y locochones, lo cual daba más libertad a la autoridad para abusar, pues se trataba de malandros, satánicos vestidos de negro y seguramente drogadictos, a quienes se enfrentaban los honorables policías para salvar a la gente de bien. ¿Derechos humanos? Esa mamada qué.

En pocas palabras, quienes apoyaban a sus hijas e hijos que tenían el gusto por el rock y las tocadas caseras, muy pocos la verdad, igualmente se preocupaban porque sabían de la discriminación, estigmatización y violencia que la sociedad y las autoridades aplicaban y normalizaban. Es curioso, pero eso daba una sensación de pertenencia, de identidad, creaba una atmósfera de comunidad y resistencia a través de la música y la ropa. Y eso explica el porqué en Hermosillo en los ochenta y principios de los noventa, para asistir a las tocadas siempre se armaban caravanas, más si tenías que atravesar varias colonias. Nunca ibas sola o solo… y casi siempre a pie.

Lo triste es que, a mis 46 años, el día de hoy, entro en Hermosillo a un centro comercial, restaurante, ¡en pleno Siglo XXI!, y uno o varios guardias me siguen asumiendo que robaré algo solo por prieto, mi forma de vestir y mis tatuajes. Y en ocasiones, no son solo los guardias, sino también la misma clientela.

   


Divagar es mi placer

En cuanto a la empatía en casa, tanto Álvaro (sí, mi primo) como yo, tuvimos mucha suerte: nuestras familias siempre nos apoyaron en esa cuestión de vestir de negro, usar cabello largo y escuchar, como ellos decían, “rock pesado”, pero aun así sabíamos que estábamos expuestos, aun con su apoyo. Eso sí, mi madre me decía casi todos los días que no le molestaba que usara playeras con “monos satánicos” o calaveras, pero que no entendía cómo chingados aguantaba andar de negro en el verano y en un solazo de cuando menos 45 grados centígrados. Hoy le doy la razón. Por eso, en la actualidad, un tercio de mis playeras de bandas son blancas o de color, aunque eso me quite puntos en el mundo “true” … y de hecho, creo que el problema a estas alturas es que tengo demasiadas playeras.

Mil disculpas, divagué demasiado tiempo con relación a una tocada que al final no se hizo, pero a eso vine, ya lo había dicho, a divagar, a navegar por recuerdos amorfos diluidos en el tiempo y el espacio urbano y contraculturoso mágico musical de la escena sonorense, de la cual he sido parte desde mi adolescencia.

 Divagaciones de cierre

En fin, el caso es que mi primer toquín fue con ASTAROTH y NECRUM en plena época del bigote chocomilero y la punzada secundariana a inicios de los noventa, y que el recordar eventos de esos años siempre me lleva a divagar lúdicamente, y a la divagación súmale las inequívocas alteraciones esporádicas  (también lúdicas) al sistema nervioso y al hígado (no me arrepiento de nada, ni de las aguas locas en la prepa)… eso sin hacer de lado la mala memoria, (como también lo mencioné anteriormente), la cual es de nacimiento… sigo divagando… entonces, mi primera tocada “únder” fue en Empalme… creo que la segunda fue una tocada de SUCIEDAD DISCRIMINADA, donde también tocó una banda de Arizona llamada SKOLLIWOLL (en la Casa de la Cultura de Hermosillo), y la tercera fue con PUTREFAXIÓN JUVENIL en el patio de una casa en Las Quintas a un lado del CBTIS 132… pero esas son historias para otra cafeceada, disonancias venideras. Por el momento me despido, y es que las nostalgias son gratis, pero no eternas… ni el café.





Don Poyo Core

Hermosillo, Sonora. 1977. Vocal de STRESS y MUSYDEZ, editor de fanzines, integrante de Rizoma Records y Rizoma Ediciones, así como del colectivo Contra Divisiones Absurdas Crew y orgullosamente parte de la primera generación de Rock Sonora y Radio Bemba a inicios de los dos miles.              

05 abril 2024

EDUARDO FAKIN MADERA [ recomendación audiovisual ]


 Eduardo Fakin Madera es un proyecto audiovisual de un solo hombre, de un misántropo cinéfilo que al no poder crear cine decidió mancillar toda disciplina artística que le pongan en frente.

Sello discográfico: Independiente.
Integrantes: Eduardo Madera.
Redes sociales: Inexistentes.
Idelogía: Anarco-metafísico hedonista autónomo.

04 abril 2024

GLORY HOLE [ recomendación audiovisual ]

 


Dos Conejos presenta: PUM PUM! Música por Gloory Hole Composición Gloria Russi, Oscar Arias y Loom Pen Grabada en el Estudio Dos Conejos en CDMX Producción por Loom Pen y Diego Suarez Mix y Master por Pepe Pecas Una producción de Gloory Hole Team para Gloory Hole Producción Ejecutiva: Diego Suarez Dirección y Fotografia: Todos, en algun momento. Edición: Maravillabooy y Loom Pen Animación: Ludwig Maravilla Color: Azael Arroyo Dron: Vidal Cruz Talento: Gloria Russi Efren Esparza Ludwig Maravilla Kenia Villar Azael Arroyo Oscar Arias

17 enero 2024

DISONANCIA DESÉRTICA No. 2

 

Por Don Poyo CorE

 

Se supone que el 21 de diciembre del 2023 se realizaría la tocada para celebrar el 30 aniversario de STRESS, pero la persona encargada del local donde sería el evento canceló sin previo aviso, además, cínicamente expresó que le había dado la fecha a otro organizador esperando un evento más redituable, algo que encabrona, pero ya hablaremos del tema en las próximas entregas de esta columna, de cómo algunos bares o espacios simplemente dan la espalda a las bandas que pertenecen a la escena de la música extrema rompiendo acuerdos y ofreciendo solamente una patada en el trasero… hoy estoy en modo más optimista que malpedo.

El 2023 fue un buen año para la música extrema en Hermosillo (incluso podría decir que también para Sonora), no un año fácil, pero sí un año de buenas tocadas, de continuidad en el trabajo de promotores, estudios, bares, sellos y medios independientes que cubren y participan en esta escena. En Hermosillo podemos hablar de proyectos como el podcast y espacio para bandas en vivo, Escucharte, el cual, el señor Douglas graba y produce acompañado de su familia, también tenemos que mencionar a los programas de Radio Universidad, Radio Sonora, en los cuales se da cabida a la música extrema, tanto local como nacional e internacional, programas como Quemando Asfalto, Audio Rock, Estación Rock, porque digan lo que digan, la radio sigue viva y estos espacios incluyen en su programación bandas extremas… cuando menos las ocasiones que yo los he escuchado, y de hecho, en Audio Rock tuve la oportunidad de colaborar  hace un par de años con una sección, donde por supuesto el grindcore, el death metal y el noise, estaban presentes, entre otros géneros y subgéneros extremos. Aclaro, es difícil mencionar a todas y a todos, así que por lo pronto solo menciono a quienes me vienen a la memoria en este momento, pero como dije antes, ya hablaremos de ello, y claro que mencionaremos a programas y la programación de música extrema en otros proyectos como Libera Radio y De Política & Rock And Roll Radio.

Pero vayamos al punto, el optimismo del que hablo no se basa solo en la continuidad del trabajo de los medios con relación a la música extrema (aunque se agradece y mucho), sino también en la continuidad del trabajo de proyectos como BESTIA PROMOTION, RAZA NOCTURNA, RIZOMA RECORDS, CONSTRUCTIVISMO DISTRO y MOTORWORSHIP RECORDS, donde se han detonado colaboraciones creando una verdadera comunidad de bandas, promotores, estudios, sellos, lo cual se vio reflejado el pasado martes 19 de diciembre durante el ensayo de STRESS. Como dije al principio, los STRESS teníamos la esperanza de celebrar nuestros 30 años de estar haciendo ruido en diciembre del 2023, pero ante la cancelación del local nos vimos forzados a reprogramar el evento para el 20 de enero del 2024, pero de igual manera optamos por ensayar y despedir el año con unas cervezas y una convivencia entre los integrantes de la banda, por lo que le pedimos permiso al señor Lobo Flaco, dueño del estudio y sello MOTORWORSHIP (nuestro cuartel general de ensayos), que si nos daba quebrada de tomarnos unas cheves, y claro, que nos hiciera el honor etílico de acompañarnos.

Al evento cervecero se unió Iván, ex bajista de STRESS y actualmente bajista de HYENNA, quien, por cierto, nos hará el paro en marzo en un evento (también del cual pronto hablaremos) donde no podrá estar David, nuestro bajista, y llegó en plan de ir checando las rolas para que el tiempo no nos agarre desprevenidos. En pocas palabras, chavorruco prevenido vale por dos. También a la noche de gala asistió el buen Jaime, vocal de HYENNA y amo y señor de BESTIA PROMOTION. Simplemente amenazó y cumplió con caerle. Luego llegó el Viraz, guitarrista también de HYENNA (quien por cierto grabó un par de intros con el saxofón en el disco de STRESS), arribando casi al mismo tiempo que el Polo, guitarra de MILO KOLAPZO y colaborador de HYENNA (que espero pronto pase de músico invitado a integrante oficial, ya que se ve muy guapo con la playera de HYENNA, además de que ya hasta rompe guitarras como el Miguel de LA PERRA VIDA). Y claro, imposible no mencionar la visita del señor Don Bacterias, ex guitarrista de STRESS, MILO KOLAPZO, MÁQUINA 501, entre muchas otras, quien, como cada diciembre en los últimos años, nos visita desde el sur del país, y a quien se le agradece la visita anunciada, casi sorpresa, a nuestro recinto de ensayos, la cueva del Lobo Flaco. Es más, hasta el doctor Tánori, primer vocal de LÚXOR y actualmente integrante de RIZOMA RECORDS, estuvo presente un buen rato en una videollamada brindando desde Ciudad Obregón y participando en la charla. 

Y ahí estábamos los STRESS: David, Tony, Rubén, alias Grindboy (el chico maravilla del grindcore sonorense) y acá su nunca servidor, pasando una noche chingona de nostalgias, porque estas, siempre lo he dicho, son gratis, lástima que las cheves no… en fin, ahí estábamos brindando, compartiendo historias de la escena, empinando el codo entre la carrilla, fotos y apalabrando planes, por ejemplo, en enero del 2024 HYENNA y STRESS compartirán tres eventos en Hermosillo, Ciudad Obregón y en Guaymas, donde también participarán bandas como ORGON JIHAD, EL GRITO, MOTORAISER, CRÁNEO DE GATO, DISAKUERDO, SINIESTRA MARÍA, HOMINEM LIBITHIUM, entre otras (aunque no todas en el mismo evento), además ya entrados en creatividad cervecera se habló de la edición de dos discos compactos, uno de ellos una compilación de bandas con las que se ha creado comunidad, así como un tributo a una legendaria banda metalera sonorense que directa o indirectamente ha sido una influencia para esa misma comunidad de bandas y sellos.

Sí, fue una buena peda (la cruda al siguiente día respalda esa afirmación), pero lo que se charló en cuanto a proyectos era algo que ya tenía tiempo sobre la mesa de negociación entre BESTIA PROMOTION y RIZOMA RECORDS (sello donde colaboramos dos integrantes de STRESS), y simplemente aprovechamos la ocasión para comentarlo a las bandas y sellos presentes. No daré más detalles por el momento, pero habrá señales e iré compartiendo actualizaciones en las siguientes entregas de este intento de columna sobre la escena sonorense, y si es la primera vez que nos lees, te comento que tiendo a la divagación, tanto narrativa como descriptiva, lo comento porque eso es lo que ofrezco como conector caótico de mis ideas y reflexiones posiblemente sofistas, seguramente relativas.

Por el momento es todo. Me despido compartiendo las fotografías de la noche, de esa noche, las cuales se tomaron al terminar el ensayo de STRESS. Recuerden comer frutas, verduras y leer fanzines.






DON POYO CORE

Hermosillo, Sonora. 1977. Vocal de STRESS y MUSYDEZ, editor de fanzines, integrante de Rizoma Records y Rizoma Ediciones, así como del colectivo Contra Divisiones Absurdas Crew y orgullosamente parte de la primera generación de Rock Sonora y Radio Bemba a inicios de los dos miles.

22 diciembre 2023

DISONANCIA DESÉRTICA NO. 1: divagaciones sobre Rock Sonora

Por Don Poyo CorE

Fotografías del archivo de Punk Zonora


Les doy oficialmente la bienvenida a esta columna, a Disonancia Desértica, un espacio editorial para el rock hecho en Sonora. ¿De qué vamos a hablar? De todo lo concerniente a la escena sonorense, de lo que pasa abajo y arriba del escenario; a veces habrá entrevistas, otras reseñaremos discos, fanzines, programas de radio, pero siempre bajo una visión crítica y sin condescendencia, sin palmaditas en la espalda; además, esta columna estará sazonada con un toque de nostalgia: ya son más 30 años en la escena, no me pueden culpar.           

Antes de continuar me gustaría compartirles que me parece realmente grandioso que el buen Matute retomara Rock Sonora. Esto va en serio y por buen camino. Espero que cada vez más bandas y personas se acerquen para colaborar, así como para visitar la página.

Matute me invitó a participar hace varios meses, y si tardé tanto en tomarle la palabra no fue por falta de entusiasmo o interés, tampoco por falta de temas o contenido. Hay tanto que quiero decir, de lo que puedo y quiero hablar… el problema fue decidir dónde y con qué iniciar. En esta ocasión opté por hacer un recuento (muy general), hacer memoria (hasta donde se pueda) de mis años en Rock Sonora (en su nacimiento y primera etapa a finales de los noventa e inicio de los dos miles), porque el pasado es importante: es un punto de partida, un referente del acierto y el error que toda escena debe tener en cuenta para evolucionar.

Rock Sonora fue un parteaguas a nivel nacional, inclusive, en su mejor momento, tuvo alcance internacional. Los años noventa llegaban a su final. Tenía menos de un año en la universidad cuando Jorge Moreno (alias Matute) me invitó a participar en Rock Sonora. En ese entonces muy pocas personas contaban con una computadora en casa, muchas menos con acceso a Internet. De hecho, cuando el buen Matute me invitó al equipo de trabajo, yo tenía apenas cerca de seis meses de haber creado mi primer correo electrónico, pero, aun cuando era un neófito en cuestiones de Internet, contaba con algo de experiencia en eso de escribir sobre la escena, colaborando con varios fanzines locales.

Como dije antes, a finales de los noventa pocas personas podían presumir tener Internet en casa, e inclusive, quienes tenían lo negaban para no ser acusados de “riquillos” o “fresas”. Pero eso sí, el negocio del momento eran los llamados cíber cafés, donde en realidad solo podías tomar café soluble, sodas, papitas, galletas, gansitos, y donde no era nada raro verte obligado esperar a que se desocupara una máquina, a veces hasta por una hora o más. También los centros de cómputo de las preparatorias y universidades, que contaban con este servicio, estaban comúnmente saturados, al grado que si querías usar un equipo debías apartarlo con días de anticipación y el tiempo frente al monitor era limitado.

Pero siendo honestos, aun cuando escaseaba el acceso a Internet en los hogares sonorenses, la fiebre de los correos electrónicos y páginas de “chats” estaban en su mejor momento, y para la gente de la escena, para las bandas y para los amantes de la música subterránea e independiente, todo era novedad:  nuevas amistades y contactos, además podías acercarte directamente a sellos, a otras bandas, programas de radio, revistas, distribuidoras y colectivos.

No voy a decir que en ese entonces era yo un veterano de la escena, no, pero todavía me tocó esa época previa al Internet donde si pertenecías a una banda de metal, de punk, de hardcore, la única manera de organizar una gira era consiguiendo contactos de promotores, colectivos o de bandas que tocaran tu género y les gustara la música que hacías, lo suficiente como para invitarte a caerle a su ciudad y a sus casas. Esos contactos se conseguían casi siempre en fanzines y por correo tradicional, para lo cual tenías que esperar hasta un mes para recibir respuesta, esto en el caso de que la persona a quien contactabas te contestara inmediatamente.

En la mayoría de los fanzines y revistas de rock se agregaba una sección al final dedicada a los llamados “tape traders”, personas que compartían sus gustos musicales en una carta para ser publicada y ofrecían intercambiar casets grabados, vinilos y demos de bandas subterráneas, haciendo pública la dirección de su casa e invitando a la gente a escribirles. También, y de vez en cuando, en esa sección encontrabas bandas y sellos que ofrecían sus demos a la venta o en intercambio. Sí, ya existía el teléfono, pero lo crean o no, las llamadas de larga distancia eran exageradamente caras, y Telmex, cuando notaba que desde una línea se hacían llamadas a otras ciudades o países, mágicamente hacía aparecer en tu recibo minutos de más o llamadas que nunca se hicieron. Las llamadas locales eran ya un lujo: las de larga distancia eran un derroche, una invitación a perder el servicio telefónico al no poder pagar el recibo.

Cuando llegó Rock Sonora los precios en los ciber cafés eran “accesibles”, no lo suficiente como para crear una página porque te cobraban por hora y las máquinas eran muy lentas y la conexión fallaba, y si contabas con el presupuesto y el tiempo, debías contar también con la disposición de alguien que más o menos le supiera mover. Hoy puedes crear un blog o una página en media hora y no necesitas dominio del tema. Y esto es lo que explica el éxito de Rock Sonora por varios años, así como su trascendencia.

Las bandas tuvieron la oportunidad de promover su trabajo en todo el mundo (y gratis) en la página de rocksonora.com, pues lo primero que se hizo fue crear un directorio de bandas (en orden alfabético y sin tomar en cuenta el género), donde podías consultar la biografía de los grupos, sus fotos, música, información de sus presentaciones y dejar un comentario o pregunta.

Después de concretar el primer directorio, el cual aumentaba semana con semana, se consideró importante el dar voz a la opinión del público, y de ahí nació la idea de publicar columnas y un foro. Yo escribí un par de columnas, la más estable y de mayor continuidad fue una llamada Punk Zonora, y recuerdo que el señor RubénVicio”, guitarrista de la banda LÚXOR tenía su versión llamada Metal Sonora. Buenos tiempos sin duda.

Después trabajar la promoción de las bandas, la sección de las columnas, foros y artículos, así como reseñas de tocadas y otros eventos, Rock Sonora también se transformó en una red social mucho antes de Facebook e inclusive mucho antes de MySpace, donde sacabas tu perfil, charlabas, ya no solo con bandas, sino con otras y otros usuarios, creando debates y vendiendo, intercambiando y/o comprando discos, casets e instrumentos, entre otras cosas.  Y no es mamada, pero hoy se conocen historias de matrimonios de chavorrucos noventeros que se conocieron ahí. 

Fue tanto el éxito en la promoción de las bandas, que de repente nacieron en otros estados proyectos similares (a veces demasiado) a Rock Sonora y de la nada bandas de todo México escribían y preguntaban si había un espacio para ellos, para promover su trabajo, y así también se agregó un directorio de bandas nacionales.

Vaya… no sé si lo notaron, pero creo que en verdad me tomé muy en serio esto de las “divagaciones” … una disculpa, la nostalgia hace que la pluma fluya y uno agarra monte, pero bueno, sí, estaban avisados y avisadas, esto será una divagación en forma de columna.

En fin, creo que es obvio que me sobran buenos recuerdos de mi época en Rock Sonora. Una página que nació para promover bandas sonorenses y que después se transformó en una referencia, un punto de encuentro para toda la escena. Cuando me fui de Rock Sonora no sé mucho de lo que pasó después en relación a su desaparición, pero siempre he sido de la idea que todo colectivo, todo proyecto, tiene su nacimiento, apogeo y decadencia, es un proceso natural, pero también creo que hoy la escena es demasiado grande, dispersa, y esto se refleja en el hecho de que ya casi no hay tocadas donde se presenten bandas de todos los géneros, lo cual me hace pensar que hoy no existe una escena como tal, existen diferentes escenas que se dividen no solo en géneros, sino también en generaciones.

Hoy como nunca hay bandas, espacios para tocar, bares… es más, antes de la mentada pandemia había hasta de tres a cinco tocadas el mismo fin de semana. Por eso soy de la idea que es realmente digno de celebrar que que regrese Rock Sonora, ya no solo para promocionar bandas, ya que para eso hay cientos de opciones (gratuitas y no tanto), sino para retomar ese punto de encuentro ante tanto talento disperso en Sonora. Porque hoy nos queda claro que la escena no se trata solo de las bandas; el público y la prensa son parte de la misma, y ahí Sonora también se pinta solo: hay un buen de público, sí, exigente, pero (mayormente) respetuoso, así como medios audiovisuales de calidad como fanzines, estudios de grabación, podcast y programas de radio, pero no existe un punto de encuentro, ni físico ni virtual. Por eso celebramos, insisto, el regreso de Rock Sonora; y va de nuez: esto con toda la esperanza de construir de nuevo un punto de encuentro, esta vez no solo entre el público y las bandas, sino también entre generaciones y las diferentes escenas.

PD: Las fotografías son aproximadamente del año 2000, quizá del 2001. Es una serie tomada durante el primer evento para juntar fondos para la página de Rock Sonora. 


27 noviembre 2023

¿Hardcore para señoritas?

Por Bere Equis

Fotos Ángel Orozco



Yo no quiero el moshpit para mí sola. Prefiero que entiendas que como participante de la escena estoy ahí por la música, pero eso no te da derecho a pensar que mi presencia es incondicional: no voy a apagar mi curiosidad, es esta misma la que me impulsa a cuestionar lo que soy, lo que siento, lo que vivo. Difícilmente aceptaré lo asumido por las y los demás como única realidad. ¿Una de las razones por las que digo esto? El vocalista de GRITO de Colombia en su discurso solemne y enardecedor en Hermosillo dijo: “La unión en el hardcore es incondicional”. Lejos de ser arrastrada por el entusiasmo, pensé: ¡Oigan esperen un momento!, tomando en cuenta el contexto local actual, no debería ser así ni dentro del género señalado ni en la escena misma. Haenfler señala que la vieja escuela del hardcore, al menos en un nivel superficial, apoyó una ideología de inclusión y aceptación para fomentar espacios libres de discriminación, que no den lugar a discursos de odio como la homofobia, el racismo, el sexismo, la xenofobia y otras formas conexas.

Otra aproximación académica del tema afirma que los participantes del hardcore de hoy tienen más una actitud de laissez faire (dejar hacer) acerca del sexismo (y podríamos anotar las otras formas de discriminación) y están más preocupados por presentarse a sí mismos como los machos alfa.

En mi inventario de gratitud están quienes fueron mis pares y como tales estuvieron dispuestos a compartir sus saberes musicales y el placer por la misma. Sostengo que mi interés superior es hacer ver que las rivalidades absurdas son antinosotr@s. Cada vez que publico algo sé que puede resultar incómodo o controversial, pero aun así creo necesario el debate donde no hago más que empatizar con las palabras de la vocalista Kathleen Hanah de BIKINI KILL cuando dice: “hay cierta suposición de que cuando un hombre dice la verdad, es la verdad y que cuando como mujer voy a decir la verdad, me siento como si tuviera que negociar la manera de como seré percibida. Al igual, siento que siempre hay esta sospecha rondando a las mujeres, esa idea de que estás exagerando la verdad”.

Lo que sí quiero es que te cuestiones, que nos cuestionemos como integrantes de una escena: ¿qué tan importante es para nosotr@s (desde cualquier trinchera) reflexionar?; ¿nos hace sentido nuestra forma de ver, vivir y hacer las cosas, acaso somos congruentes?, ¿alguna vez te has preguntado por qué haces lo que haces?, ¿por qué estás actuando de esta o aquella manera?

Estamos construidos o determinados por la cultura, es decir, por toda esta serie de valores, costumbres, ideales y creencias de la sociedad que nos instruyen sobre quiénes somos y cómo debemos ser, incluyendo el comportamiento según el género. En muchos aspectos de nuestra cotidianidad estamos construidos o condicionados por nuestra asignación de sexo, condicionamiento que recibimos y vivimos de la manera en que somos tratados en la familia, la escuela y la comunidad. Lo cual nos lleva a constructos sociales que asumimos y vivimos como indiscutibles.


 Así las cosas, los hombres en realidad no tienen predisposición natural a ser como la masculinidad hegemónica lo establece: al hombre se le obliga a reproducir comportamientos que supuestamente reflejan o representan su masculinidad o su hombría, de hecho, la escena hardcore no está libre de estos prejuicios hetero normados y los elementos que le dan identidad a la escena hardcore también se ven influenciados por estos prejuicios sin que la mayoría de las y los integrantes se percaten de ello, repitiéndose patrones de conductas construidas por la masculinidad hegemónica, que Conell describe como “aquel modelo que se impone y se reproduce, y por tanto naturaliza como práctica e identidad de género obligatoria para todos los hombres”, esto a partir de una visión generalizada que tiene la sociedad de cómo debe ser el comportamiento de los hombres, de lo que es esperable que hagan o no hagan: ¿te has visto presionado a suprimir o negar tus emociones?, ¿a no ser cobarde y no dejarte pasar por encima?, ¿a no expresar dependencia ni debilidad?, ¿a no sentir dolor, a aguantarte, a eliminar todo rastro de sensibilidad corporal porque eres hombre?, ¿a cultivar el honor?, ¿a dar por sentado que lo masculino debe ser siempre vigilado, medido y sobre todo siempre probado?, ¿a creer que la fortaleza, por ejemplo, está asociada a la fuerza física, y, por tanto, a atributos masculinos?, ¿a creer también que lo activo es masculino y lo pasivo femenino?, ¿a asociar la heterosexualidad con la masculinidad hegemónica?, ¿a pensar que se tiene una especie de entrenamiento que te permite ingerir más alcohol?, ¿que el que toma más es el más chingón, el más macho?, ¿qué si tomas mucho y no te pega “eres bien verga”?, ¿qué es mucho más difícil moderarse en la ingesta de alcohol que abstenerse?, ¿te ha tocado pedir agua o refresco y dar 20 mil explicaciones justificándote?, ¿cómo reaccionaron tus compas cuando se te ocurrió decir que no al lema “beer for the boys”?


Butler, lo dice, lo ha teorizado: Los hombres no expresan su identidad, sino que la actúan como una especie de performance, recrean las reglas disciplinadoras que describí anteriormente, cuya intención es que cumplas con lo que se supone “está en tu naturaleza”, y una vez que imitan tales comportamientos durante el tiempo suficiente, llegan a pensar que esos comportamientos repetidos son innatos y naturales y, de este modo, se convierten en lo que representan (Butler, 1990).

Si todavía no queda claro la intención de este texto, pongamos como ejemplo el moshpit, el cual es el escenario para las expresiones más abiertas de masculinidad en los espectáculos hardcore (Arnett, 1996, p. 17).  Kimmel afirma que el moshpit funciona como un campo de pruebas de masculinidad. Estudiosos en el tema observan que, aun cuando los participantes suelen considerar el moshing como una actividad unificadora, es claro que los “slammers” más grandes, fuertes y agresivos dominan el pit y, por tanto, tienen menos probabilidades de lesionarse. Hay competencia masculina y, desde luego, jerarquías. Entre más violento sea el moshpit más cohesión se logra, aunque esta sea momentánea. Participar en el moshpit es arriesgado. Sin embargo, en la cultura occidental se considera que el asumir riesgos es un atributo innatamente masculino (Levine, 1998, pp. 12-14).


Y para cerrar, queridos míos, les dedico una rola de BIKINI KILL: “Double dare ya”, ese enérgico mensaje de empoderamiento y desafío a las normas sociales es también para ustedes señores del hardcore sonorense. Aclaro, el título de este texto hace homenaje al nombre del disco de una banda chilena hardcore que se rio del estereotipo del machocore proponiendo nuevas formas de ser. Aun así, hay individuos quienes eligen no seguir estos comportamientos relacionados con estereotipos masculinos y tampoco imitan aquellas expresiones de masculinidad relacionadas con la violencia. Bien por ellos.



ASTAROTH: ECOS DE UN LEGADO